Quilling art: De lo decorativo a lo artístico. Por Minette Argüello
- Mard´s Galería
- 23 ago 2022
- 2 Min. de lectura

Yulia Brodscaya.
El arte se sirve del papel para manifestarse, pues el papel es un material tan versátil al cual pueden otorgarse muchísimos usos. Es tan delgado, frágil y maleable, por lo que su fina composición le convierte en un material desafiante y muy demandante. No se habla aquí del papel como soporte, o el papel como receptor de material artístico, sino de él como propio compositor de una obra de arte aplicado a través de una técnica.
El quilling art, también conocido como Filigrana, es una forma de arte decorativo que implica el uso de tiras de papel que se enrollan a manera de una bobina y después se les da forma para pegarse entre ellas, creando diseños y composiciones con diversos usos decorativos que van desde tarjetas de felicitación, imágenes, cajas, huevos, etc.
Las técnicas pueden ser tan minuciosas según el tamaño del papel, lo relevante es la creación de volúmenes y la sensación de tridimensionalidad, En muchos casos aparentando ser bordados sobre papel.
El origen de esta técnica se desconoce exactamente, pues varias culturas usaban alambres de metales preciosos enrollados para la creación de joyería. Para el s XIII, en varios países se utilizó la filigrana en metal como medio de decoración, pero al escasear el material, comenzó a utilizarse el papel como medio.
En la época Victoriana el quilling se consideraba un pasatiempo adecuado para las jóvenes junto con la costura, sobre todo para las mujeres de las clases altas, pues era costoso comprar distintos tipos de papeles con diversos acabados, aun así, esta técnica se popularizo rápida mente entre la sociedad y comenzó a extenderse a otras partes de Europa. Incluso se llegaron a publicar revistas donde se enseñaba cómo funciona la técnica y ejemplos de cómo aplicarla.
El uso del quilling se extendió a la decoración de mamparas, armarios, marcos, cajitas de té, tableros de cribbage, posavasos de vino, cestas de trabajo y cajas de trabajo, urnas y con el tiempo, incluso muebles.
Actualmente el quilling es una técnica relativamente fácil de aprender en comparación con otras manualidades y los recursos para practicarlo están muy accesibles, pues se puede hacer cualquier tipo de papel, sin embargo, unos duraran más que otros.
Artistas como Yulia Brodskaya de Rusia, elevan las cualidades estéticas de un ejercicio decorativo a una obra de arte con sus retratos donde el papel recrea un efecto de mancha de pintura, con lo que sus obras adquieren una vista tridimensional. También tenemos como ejemplo la obra de la artista turca Sena Runa quien crea imágenes tridimensionales emulando a brochazos de pintura con el papel, o la artista Vesna Rikic quien recrea obras maestras con esta técnica.
Obras:

Yulia Brodscaya.

Vesna Rikic.

Sena Runa.

Sena Runa.

Yulia Brodscaya.

Yulia Brodskaya.

Antigua caja de té decorada con filigrana.

Detalle de marco decorado con filigrana.

Huevo de filigrana, Jana Maiksnar.
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